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Viajes en Velero plaza a plaza en Cerdeña: NORA y CABO PULA



Nora: un recinto arqueológico en la playa, y una ciudad bajo las aguas

Unas tres horas después de salir de Cabo Malfatano hemos llegado al Cabo de Pula. Nos hemos acercado a la parte sur de la península para ver los restos de la antigua ciudad púnico-romana de "Nora". Desde el mar hemos visto algunos grupos de turistas deambulando entre los restos de las columnas de lo que un día fue una de las ciudades más importantes de Cerdeña.

La antigua ciudad fue fundada por los fenicios allá por el siglo VIII a.C. Con el tiempo, primero con los cartagineses y después con los romanos, llegaría a convertirse, debido a su importancia geoestratégica, en la ciudad más importante de la isla.

El recinto arqueológico es visitable y su mayor interés son los restos de villas de nobles romanos, de termas y de templos. Tambíen quedan vestigios del templo dedicado a Tanit, diosa púnica de la fertilidad.


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Viajes_en_ Velero_plaza_a_plaza_Fondeo_en_Nora_Cabo_Pula

Fondear sobre una ciudad sumergida

Otra parte de la antigua ciudad está bajo las aguas. Fascinante.

Los derroteros aconsejan aproximarse con cuidado si se pretende fondear aquí, y esa es justamente nuestra intención. Hemos virado el cabo para tirar el ancla en la bahía del norte. Nos ha tranquilizado ver otros veleros fondeados ya que las indicaciones del derrotero y de la carta electrónica son bastante difusas.

Decidimos arriesgarnos. Si hemos de tocar con algo, que sea con la columna de una antigua ciudad sumergida. Hay suerte y encontramos un claro de arena con unos cuatro metros de fondo. El ancla agarra a la primera y después buceando comprobamos que se ha clavado bien en la arena. Decidimos pasar aquí la noche. En la playa hay mucha gente, hace calor y poco a poco van llegando más barcos, sobre todo veleros locales de tamaño medio, para pasar el día. Después de comer medio "cocomerino giallo", algo así como una pequeña sandía amarilla, nos ponemos las gafas de bucear y bajamos a dar una vuelta por la ciudad sumergida.

En el fondo se distinguen grandes losas de piedra labradas. Es cierto que hay que echarle algo de imaginación, y si no tuviéramos la información arqueológica, francamente no habríamos supuesto que se trata de los restos de la antigua ciudad púnico-romana de Nora.

Cuando por fin cae el sol, refresca por primera vez en el día. La mayoría de los barcos que llegaron para pasar el día se ha marchado. La tranquilidad es absoluta en la bahía.

Dulce atardecer viendo como la luna avanza mientras el horizonte se viste de naranja.

Mañana , a Cagliari